Torteras de Triana: el sabor de la Navidad.

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Las torteras de Triana son el dulce tradicional del barrio para la Navidad. Era tradición eso de hacerlas en casa y llevarlas a hornear al obrador más cercano, algo que ya ha quedado difuminado, pero mantenido aún por algunos vecinos y por algunas confiterías del barrio para disfrute de todos. Las generaciones más jóvenes pueden así probar a qué sabían las Navidades de sus abuelos, a qué olían las calles de Triana décadas atrás, cuando en los obradores del barrio se horneaban lentamente las torteras.

Poco se sabe del origen de este dulce, los más mayores recuerdan como ya sus abuelas lo hacían, por lo que debemos remontarnos al menos a comienzos del siglo XX, o muy probablemente a finales del XIX para ubicar el comienzo de esta tradición.

Hoy son las diferentes confiterías del barrio las que hacen sus propias torteras, cada una a su forma, sin embargo antiguamente las torteras se hacían en casa. Mi madre aún recuerda como en estos días de vísperas de la Navidad, era habitual ver a las madres y abuelas trianeras llevar la masa de las torteras al horno más cercano, movimiento que delataba que "las Pascuas" estaban a la vuelta de la esquina.

Había tantas recetas de torteras como trianeras en el barrio y pediría a los más mayores que lean estas palabras, que comenten, que nos cuenten a los más jóvenes, que nos digan si recuerdan cómo hacían esas torteras en casa para que la tradición continúe y los más jóvenes se animen en casa a hacer este dulce tradicional y navideño de la vieja Triana.

En esa Triana empobrecida tras la Guerra Civil no había dinero para lujos, y menos para dulces. La tortera era lo que los vecinos del barrio podían permitirse. Para ello compraban los ingredientes de la masa, dicho de forma más nuestra "los avíos". Uno de los comercios de referencia de la época era El Reino de León, en la calle Puereza, lugar donde hoy se encuentra la pastelería Manu Jara (uno de los lugares donde pueden degustar en estas fechas las torteras). El comercio lo funda la familia Arenas en 1813 y lo reforma en la década de los años treinta, época de la cual aún conserva tanto el mobiliario como la azulejería. El Reino de León vivió hasta los años ochenta, tuvo reformas, albergó otros negocios hasta llegar a como hoy lo conocemos. Allí iban muchas trianeras a comprar los "avíos" necesarios, no solo para las torteras, también para hacer pestiños, pucheros, cocidos entre otras cosas. En el caso de las torteras, bastaba decir de que tamaño o peso querías hacerla, para que te dieran los ingredientes y las cantidades necesarias. Cuando esta tienda cerró, marcharon a la calle Parras, en la Macarena y allí siguieron yendo muchos trianeros (hasta que cerró definitivamente) buscando lo necesario para las torteras. La masa llevaba harina, manteca de cerdo, canela, clavo, ajonjolí, almendras, limón, anís...y una vez horneadas, en muchas casas se espolvoreaba azúcar glas por encima y se decoraba con algún dibujito, hecho con el dedal de la costura.

Las casas no tenían horno como ahora, así que una vez realizada la masa, se colocaba en una bandeja o lata que es la que le da nombre, la "tortera". Se tapaba con un trapo y se llevaba al obrador más cercano como el de Vaca junto a la capilla de la Estrella, el del Altozano, Castilla, Antillano Campos u otros tantos de los muchos que tenía el barrio. Recordemos que Triana fue un barrio con muchos hornos (y no solo de cerámica) desde siglos atrás. No podemos olvidar la tradición bizcochera del barrio en época del descubrimiento de América, bizcochos que alimentaban a las tripulaciones de los barcos que cruzaban el Atlántico durante la Carrera de Indias (pueden leer más sobre los bizcochos de Triana pulsando aquí).

Pagando una cantidad, los obradores de Triana dejaban a los vecinos hornear sus torteras en ellos, por lo que el ir y venir de bandejas con torteras de las casas a los hornos y de los hornos a las casas, era habitual en estos días. Las torteras esperaban en las cocinas del barrio a ser protagonistas en las comidas navideñas. Los más mayores aún recuerdan el olor y el sabor, pero esa tradición de hacer torteras en casa se ha ido perdiendo con el paso de los años, hasta el punto de ser prácticamente desconocidas por los más jóvenes. En algunos casos, la tortera se rellenaba de cidra o de dulce de batata, siendo cualquiera de las versiones una delicia, sabores de casa antigua que hoy tantas veces demandamos.

Esa Triana oscura de posguerra se fue afortunadamente, pero con ella marcharon también estampas que ya no volverán, que los más jóvenes no conocimos y que aún perviven en la memoria de muchos mayores. Gracias a ellos todavía podemos conocerlas y en parte recuperarlas. Esas Navidades de la Triana de antaño olían a horno de leña, a pan, a roscos de anís, a mantecados y a torteras, el dulce que se hizo tradición en el barrio y al que hoy hemos querido recordar desde aquí, homenajeando también a aquellas generaciones de trianeras que llenaban de aroma y de sabor la Navidad en Triana.

Hoy las confiterías del barrio siguen manteniendo esa tradición y en estas fechas hacen torteras. Las hicieron durante años en las desaparecidas Filella y Barquitos Loli, pero hoy podemos encontrarlas en Manu Jara en la calle Pureza, en la Confitería Lidia en el tramo final de la calle San Jacinto, en Lola en el barrio León o en Tradición Repostera Molinos en la calle Rodrigo de Triana, donde Rafael Cuesta las hace durante todo el año en porciones individuales. En Manu Jara pueden encontrar desde la mejor pastelería de tradición francesa a bollería o dulces más locales, hechos siempre con ingredientes de calidad y buscando siempre la exquisitez. En Lidia y Lola pueden encontrar los típicos dulces con los que acompañar una buena merienda, así como tartas y bollería. En Tradición Repostera Molinos, el más reciente de estos establecimientos, se ha apostado por la tradición, por los dulces de alacena, por los sabores de la mejor repostería andaluza y sevillana. Si van no pueden dejar de probar su maravillosa versión del tocino de cielo, las torteras, o su apuesta más reciente: la poleá, dulce típico de la zona occidental de Andalucía que hunde sus raices en al-Andalus.

Como suele ocurrir en estos casos, hay variantes pero, a la espera de que alguna trianera nos cuente su receta, de modo orientativo ahí les dejo los ingredientes para un kg de harina:

-1 kg de harina.

-500 gramos de manteca de cerdo.

-250 gramos de azúcar.

-1 huevo.

-1 cucharada de ajonjolí.

-1 cucharadita de canela molida.

-1 cucharadita de clavo molido.

- Rallar la piel de 1 limón.

-1 copa de anís.

-Azucar glass y almendras para decorar.

Ya tienen algo más para hacer en estas tardes de Navidad. La pueden hacer en casa o probarla en alguna confitería de Triana. El barrio está iluminado para las fiestas y en estos días, pocos planes pueden ser más sugerentes que dar un paseo por el viejo arrabal y merendar probando las torteras. Los jóvenes las descubrirán, los mayores la recordarán, transportándose por unos minutos a aquella Triana antigua que sonaba a soleares y que olía en estas fechas más que nunca, a horno de leña y al dulce de las torteras. ¡Que tengan una muy feliz Navidad!

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